Por lic. Carlos Rafael Diéguez. B
Las organizaciones internacionales de prensa cada día exigen que cesen los actos criminales hacia sus asociados. ¡No más silencio para los desaparecidos! como hicieron con Carlos Bastidas Argüello, joven periodista ecuatoriano de 23 años asesinado en las calles de la Habana, Cuba, el 13 de mayo de 1958. Murió por la censura existente en los medios de comunicación de la época, idéntica a la que prevalece hoy en decenas de países del planeta.
Profesionales de la comunicación y el periodismo coinciden en no acallar la historia y la vida del valiente profesional latinoamericano arrebatada brutalmente por la tiranía de Fulgencio Batista cuando un teniente de la policía lo ultimó a balazos (1). Días después del abominable crimen una nota oficial del gobierno de turno daba cuenta de la tragedia. En ningún momento se especificó los detalles del crimen y tampoco la opinión pública supo del entierro del reportero latinoamericano en la capital cubana. Han pasado 50 años y nunca es tarde para hacer justicia. Es momento de homenaje y denuncia mundial ante el asesinato de tantos colegas.
¿Quien era y por qué desaparecieron de la faz de la tierra al periodista? La respuesta la hallamos en un reciente artículo de José Regato Cordero bajo el titulo “Último Periodista Asesinado En Cuba”, en uno de sus párrafos explica sobre el joven guerrero de estirpe guevariana que los sicarios batistianos mataron: “Carlos Bastidas, de sólo 23 años de edad, era reportero del diario El Telégrafo de Guayaquil, y junto con su actividad de comunicación investigativa llevó la voz solidaria del Ecuador a los pueblos de nuestra América que luchaban contra regímenes dictatoriales y antipopulares. En efecto, en Colombia gobernaba Rojas Pinilla; en Venezuela, Pérez Jiménez; en Dominicana Trujillo; y en Cuba Batista. Por el contenido de sus reportajes había sido apresado en Venezuela e impedido de ingresar a República Dominicana”. (2)
¿Como pueden asesinar a un periodista, a un sembrador de ideas? ¿Cómo es posible que maten a una persona legalmente autorizada por desarrollar tareas en el campo de la información?
Los hombres y mujeres de la prensa que mueren asesinados desde el siglo 20 como Carlos Bastidas Argüello son victimas de la inexistente “libertad de prensa”. El asesinato es la causa principal de muertes relacionadas con el trabajo periodístico en el mundo. Al igual que en años anteriores, casi siete de cada diez periodistas muertos en el 2007 en el mundo, fueron masacrados. (3)
Cientos de noches nefastas como aquella del 13 de mayo de l958 en la Habana han sido testigos junto a días no menos cruentos de la muerte de colegas, victimas de cometer “el delito” de decir la verdad y defender ideas que iluminen el camino oscuro de la humanidad. ¿Por qué sendas andaba el colega ecuatoriano cuando fue asesinado en Cuba en 1958? Andaba con la audacia y la valentía que caracteriza a los verdaderos periodistas. Carlos Bastidas subió a la Sierra Maestra, entrevistó a Fidel Castro y se vinculó al Che y Camilo Cienfuegos. El joven latinoamericano habló por Radio Rebelde y utilizó el seudónimo de “Atahualpa Recio”. En tan poco tiempo hizo mucho en las cúspides montañosas de Cuba, desde allí miraba a los pobres del continente; esos sueños altruistas no gustaron y el miedo se apoderó del dictador Batista. ¡Hay que matarlo! Fue la orden. Carlos Bastida con su actuar tan digno y revolucionario, con esa luz que ilumina, murió el combatiente de la pluma y la palabra ardiente: mirando a América. Como un libertador.
En un conmovedor artículo escrito por la periodista Marelis Valencia de Granma Internacional se cuenta como Carlos Bastida “…se las arregló para conocer el contacto de los Rebeldes en la ciudad de Santiago de Cuba (…) Se albergó unos días en casa de una mujer que servía de enlace con ellos, hasta ser trasladado a las montañas. (…) Su intención era dar a conocer al mundo la insurgencia contra Batista desde las mismas entrañas de la Revolución. Como periodista nato, donde estuviera el problema, ahí quería estar él (4)
No hace falta silencio para los compañeros periodistas muertos por lo verdugos pagados desde las entrañas del odio, porque el no decir nada, y hacerse los desentendidos de tantos crímenes que pretenden acabar con la raza de los que fundan y aman, ha sido, y es la otra arma mortífera que esgrime el capitalismo frente a los sueños de los desposeídos.
Un grito, un canto, una melodía, un eterno concierto de ideas nobles para esos batalladores por la vida, comienza a oírse por los Andes. Es hora que en alguna parte del planeta se levante una estatua universal a hombres como Carlos Bastidas Argüello y se le recuerde perpetuamente con la llama de la libertad. En la Cuba que él ayudó a liberar del yugo imperialista, donde nunca más se ha vejado, torturado o asesinado a nadie ya tiene, el más grande de los monumentos: eterna gratitud convertida en imperecedera amistad con el pueblo ecuatoriano.
Sabias muestras de homenaje de los gremios de periodistas de Ecuador, las universidades y medios de comunicación de ese país al constituir un comité pro conmemoración del Cincuentenario de la caída de Carlos Bastidas Argüello.
Actos conmemorativos tienen lugar por estos días tanto en Ecuador como en Cuba que reafirman la amistad entre las patria de Alfaro y Martí.
Este 13 de mayo de 2008 se desarrollaran diversas actividades en La Habana, que incluye una peregrinación hasta el Panteón de los Veteranos, en la necrópolis de Colón, donde reposan “los restos inmortales” del compatriota y compañero inolvidable Carlos Bastidas Argüello. También por estas jornadas de mayo en recordación al combatiente de las ideas se realizará en Cuba una semana completa de entrevistas, conversatorios y visitas con la asistencia de una delegación de comunicadores sociales de Ecuador.
Una nueva edición del libro "Andanzas de Atahualpa Recio", del colega Juan Marrero, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, y un afiche con décimas del poeta ecuatoriano José Regato Cordero, Secretario General de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” son atributos de merecido homenaje al joven ecuatoriano y ejemplar periodista convertido en paradigma de la necesaria siembra de ideas y conciencias en América Latina.
(1) Orlando Marrero. Huyó hacia Miami en 1959.
(2) http://nuestra-bandera.com/articulo.php?id_articulo=310
(3) http://www.vidapositiva.com/nota.asp?idnota=4423
(4)http://www.granma.cu/espanol/mayo03/mier21/20periodista.html
