25 febrero, 2007

FIDEL, NOS PARECEMOS A TI

Por lic. Carlos Rafael Diéguez. B


Un día se me ocurrió decir que los pueblos se parecen a su lideres-desde luego si llegan serlo-porque no siempre quien dirige o está en un puesto alcanza el liderazgo. Los traidores son idénticos a los que le pagan. Ahora me atrevo a escribir y aseguro que los cubanos nos parecemos a Fidel y si un día el Comandante en jefe dijo que en el pueblo hay muchos Camilos, igual hay miles de Fidel.

Advierto que no pretendo sobre valorar las cualidades del hombre que nos muestra por donde sale el sol, pero los cubanos respiramos desde siempre orgullo por el pasado, por la historia, no olvidamos y somos agradecidos. Martianos de raíz, como Fidel.

En la sociedad cubana de hoy se mezcla una titánica claridad de mente, de pensamiento fruto de la enseñanza del líder. La cordura, el reto para enfrentar en cualquier circunstancia difícil los peligros de fuerzas internas y externas, es un magisterio de nuestro guía unido a la modestia y la perseverancia de su ejemplo.
Nosotros los cubanos somos tolerantes, sino que lo digan los españoles que durante siglos colonizaron nuestra isla, sin embargo sentimos un apego especial por la cultura de la tierra de Cervantes y admiramos a su gente porque allí también hay un poco de nuestro árbol, Fidel siempre nos ha enseñado actuar así.
Nos gustaría conversar y estrechar los nexos de amistad con los norteamericanos, pero no podemos, es un delito, lo prohíbe la administración yanqui. Así todo el respeto y el cariño por la gente de Estados Unidos es grande, Fidel es el primero que lo experimenta de esa forma.

En esta isla que nacimos y donde convivimos más de once millones de cubanos no hay descanso, somos leales a nuestro tiempo, no se nos puede engañar y menos someternos a una seudo república como aquella que NO nació en 1902, sino fue impuesta por una enmienda fruto del entreguismo, en un momento donde las fuerzas estaban diezmadas, divididas y las ordenes llegaban desde el norte revuelto y brutal después de habernos arrebatado el triunfo frente al colonialismo español.

Desde mediado del siglo pasado un hombre nacido entre cañaverales y montañas se enfrentó con aquella triste realidad y la venció. Fidel desde el primero de enero de 1959 se compenetró como nadie con la gente humilde, con el negro, hasta entonces tirado a la basura y sometido durante años a la servidumbre, de pronto, como de la noche a la mañana, se vio libre, se sintió persona.

En estos casi 48 años en su permanente quehacer, Fidel se ha compenetrado tanto con su tierra y su pueblo, se ha ligado profundamente a nuestro destino que es un símbolo indiscutible desde que subió los escalones del alma mater. Al cabo de medio siglo reparte los sueños de aquella universidad por toda Cuba, los extiende al continente y a todo el universo. Eso molesta a la raza de los que odian.

Fidel es la fuerza de la nación y la gente lo sabe, el niño lo conoce, el más viejo lo confirma. Somos echao palante, optimistas, soñadores, sencillos, enamorados de la obra de la vida.

No soportamos la injusticia o que alguien pretenda ponernos la bota encima, repudiamos a los serviles, a los que se arrastran y al mismo tiempo compartimos nuestro pan con los más pobres.

Los cubanos sabemos compartir tareas y trabajar mejor cuando el jefe no está; y eso es una cultura de hacer miel como las abejas en su colmena. En estos meses sin Fidel al frente lo hemos demostrado. Así vivimos nosotros. Así somos los cubanos, nos parecemos a él, a Fidel.

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