15 febrero, 2007

Ética y Moral

Periodistas y Comunicadores Sociales en Cuba, comprometidos doblemente, contamos con sendos códigos de ética y estatutos que señalan el camino a seguir concientemente, para combatir todo tipo de prácticas antisociales, fraudulentas o dolosas en el ejercicio de nuestra profesión.

Sin remitirnos a ningún artículo pudiéramos comenzar por la ética de las personas que asumimos la prensa, no solo como un medio de sustento o trabajo habitual sino de creación de conducta y patrones a nuestros perceptores (oyentes, lectores y televidentes). Con el periodismo que ejercemos en la Isla se alienta, se trasmite alegría y se enaltecen los valores de la sociedad. ¿Acaso no debe ser así en cualquier parte del planeta tierra?

Cuando un periodista de cualquier medio o del país que sea NO asume las normas éticas y morales, se auto denigra, se humilla. Quién utilice la palabra, la imagen y la pluma deliberamente con términos equívocos o engañosos se ofende individualmente y traiciona los preceptos de la sociedad. Mirarse por dentro, bien hondo, antes de emitir un criterio en la sociedad que sea, es de sabio y halaga el alma.

El periodista y el comunicador social cubano, responden a la ética y a la moral de La Republica. La actuación del profesional de la prensa constantemente es observada por la sociedad. La eficacia de la labor del reportero debe estar acompañada de la verdad, de la justicia y la dignidad. NO se debe olvidar que los ojos y las mentes que siguen el actuar de los hombres de los medios públicos, se representan una imagen coherente, armónica y consecuente con lo que se difunde al aire, o se escribe en los periódicos.

Ser Periodista, Locutor o Comunicador en la América de hoy, lo mismo en el capitalismo que en el socialismo, entraña compromiso y virtud. Sinceridad, honradez con la verdad siempre delante, constituyen el triunfo de la ética y la moral. La Comunicación Social es ambiente propicio para edificar una persona más humana, consciente y critica. Ejercer el periodismo, entraña responsabilidad y madurez.
Antonio Pasquali profesional venezolano de los medios ha escrito que una relación de comunicación es aquella que implica el uso de canales naturales, humanos, en la fase inicial y final del proceso de envío o recepción del mensaje. Así mismo el colega bolivariano se refiere a la ética como un diálogo interhumano, como factor de honor y de conducta moral.

Los programas de la Educación Universitaria Cubana diseñados para los alumnos de la carrera de Comunicación Social y de Periodismo incluye los contenidos de la asignatura, Ética y Deontología, una materia que debe recibir todo profesional más allá de la labor de los medios.

El Dr. Julio García Luis Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana, en su artículo Ética, Moral y Comunicación, plantea ‘‘La conciencia moral es parte de la vida espiritual de la sociedad y, como tal, forma parte simultáneamente de la ideología elaborada a nivel social (…) la ética no da moral, en el sentido de que no por conocer mucho de ética y tener una amplia información intelectual al respecto se es necesariamente una persona con una mejor formación moral’’

La anterior cita resume que un Profesional puede ser un individuo de conducta moral deficiente, mientras un simple obrero, un empleado, puede ser una persona de gran integridad moral.

Los Periodistas, los líderes de opinión, los Comunicadores Sociales, sin ningún tipo de dogma, asumen sistemáticamente, conductas ejemplos, y patrones que sirven para fundar, unir bondades. Al mismo tiempo desterrar prejuicios, calamidades humanas, inmundicias en las relaciones interpersonales, fruto del NO cumplimiento consciente de la ética de la vida, de esa que no viene en los códigos, pero sí nace, se sedimenta en el ejemplo, se autorregula y participa con el rigor de la educación que da la familia y la sociedad.

El profesional de La Comunicación Social en Cuba, como todos los demás, no tienen el objetivo de enriquecerse o anteponer sus intereses personales a otros compañeros de trabajo o la sociedad en su conjunto, sino el de servir a todo el país.

Es ético y moral que los intereses individuales, grupales, colectivos y territoriales pueden ser legítimos, pero siempre, se deben conciliar con los intereses generales de la sociedad.

Los celos profesionales y la envidia constituyen prácticas antiéticas, sórdidas, desestabilizan, dividen, lastran la unidad de los humanos en el planeta. Ser laboriosos, cohesionados y saber escuchar la idea justa para encaminar la obra colectiva siempre dará mieles y desterrará la insidia.

La critica con argumentos, seria y constructiva, de frente a la incompetencia, edifica. La autocensura es frialdad, no dar nuestra opinión y abstenerse para no buscarse problemas es un engaño en la personalidad del profesional de la prensa. Al discrepar aparecen distintas opiniones y finalmente el consenso, la solución a un conflicto.

Esta reflexión no estaría completa si no utilizo el pensamiento del Periodista José Marti. ‘‘Mientras la inteligencia es don casual, el carácter se lo hace el hombre y se define como el denuedo para obrar conforme a la virtud ’’

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