Desde la tierra de Ignacio Agramante y Loynaz, me llega una hermosa crónica escrita por una amiga muy especial: Rebeca. Rebeca Buron Marín, es una cubana autentica, con una ternura de carácter superlativa. La conocí en el Instituto Superior de Arte, en Holguín, en los años noventa, estudié con ella cinco años rodeados de sueños de radio y televisión, sé de su apego a lo que considera justo, de su intransigencia frente a la injusticia, de su amor desmedido por la lealtad y lo bello, virtudes cultivadas en su legendario Camaguey.
¡Cuánto te comprendo y te admiro Rebeca! Tus sentimientos son los míos. Gracias por mandarme esta crónica dedicada al hombre que ha sabido de verdad continuar el camino de José Martí, y que ahora Radiokijote hace pública.
CRONICA A MI COMANDANTE
TENGO MAS DE UNA RAZON PARA SEGUIR LLAMADOLE: COMANDANTE
Su paso por dos siglos andará otros y otros siglos. Nadie podrá evitar su trascendencia, su inmortalidad .Usted es de todos los tiempos, respeta y valora la historia, reconoce en el presente el minuto que no se puede perder y su visión gana el horizonte.
TENGO MAS DE UNA RAZON PARA SEGUIR LLAMANDOLE: COMANDANTE.
Su firmeza no se da el lujo de flaquear. Su verdad es su verdad y a la vez es nuestra .Su humanismo no tiene límites su ejemplo es imperecedero, cada vez más quisiera parecerme a usted.
Admiro su educación, su amplia cultura, su capacidad intelectual.
TENGO MAS DE UNA RAZON PARA SEGUIR LLAMANDOLE: COMANDANTE.
Porque nadie nos impuso ese rango por decreto como para que fuera definitivo, se asume por convicción porque tiene usted las cualidades que, con todo rigor, llena esa palabra.
Su exigencia personal, su conducta intachable le hacen merecedor de todos los honores aunque no los pide y será por eso mismo que, respetando su decisión, ahora más que nunca podrá apreciar el amor y la devoción de su pueblo y de muchos amigos del mundo.
TENGO MAS DE UNA RAZON PARA SEGUIR LLAMANDOLE: COMANDANTE.
Por que en todo momento ha sido consecuente con sus ideas y su actuar de Comandante, porque su estatura alcanza esa dimensión, porque su barba es símbolo desde que inició su lucha contra la dictadura y le sigue en su lucha de hoy y mañana; porque su traje verde olivo soporta su impaciencia por volver a acompañarlo ahora en su limitada movilidad pero trabajando, reflexionando, brindando sus mejores ideas, alertando a su pueblo y al mundo con la más ferviente pasión de un Comandante.
TENGO MAS DE UNA RAZON, TENGO MIL RAZONES PARA SEGUIR LLAMANDOLE: COMANDANTE.
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